De portera del equipo Granma de fútbol a liniera eléctrica de la Empresa Eléctrica de Granma

Por: Frank Fonseca Espinosa

Rebisneysi Boza Fernández es una joven de 22 años que no cree en estereotipos marcados por la sociedad. Para ella, cualquier trabajo es digno para la mujer cubana. Graduada de Recursos Humanos y amante del deporte de las multitudes —el fútbol—, donde hizo una carrera meritoria como portera del equipo Cuba en la selección sub-16, ha decidido formar parte de los trabajadores de la Empresa Eléctrica de Granma.

Su primer acercamiento a la familia de linieros eléctricos granmenses ocurrió en la Escuela de Formación y Desarrollo de la entidad, cuando se ejercitaba en el gimnasio. Su curiosidad e ímpetu la llevaron a optar por esta profesión sacrificada. Existe en Rebisneysi una voluntad férrea que le ayuda a conquistar derroteros y probarse a sí misma.

Esta joven alta, de complexión atlética, reconoce que no será una tarea fácil para ella como mujer. El esfuerzo físico, las incomprensiones y hasta el machismo son obstáculos a vencer.

La familia juega un papel importante para poder cumplir con la labor que ha elegido, pero convencer a su familia no ha sido una tarea fácil, especialmente a su madre, que la cuida y reconoce que ser liniero eléctrico requiere compromiso, esfuerzo, dedicación, y que hay momentos en que no existen horarios de trabajo. Sin embargo, se ha podido imponer cuando se cree que se pueden cumplir los sueños.

Son dos meses de familiarización con la profesión lo que lleva la joven en la Unidad Empresarial de Base (UEB) Bayamo, y ya la han aceptado con amor y cuidado hacia su persona por parte de sus compañeros de trabajo, que en su mayoría son del sexo masculino.

Boza Fernández nos comentó que no le ha sido difícil trabajar con hombres, pues ya está acostumbrada por la labor que realizaba como deportista. Aunque muchos han subestimado que no podrá hacerlo o que no la dejarían involucrarse en esa profesión si fueran su esposo, por las condiciones de trabajo, aun así, con opiniones muy variadas, ella ha encontrado un hogar y una nueva familia en los linieros eléctricos de la UEB Bayamo.

Al preguntarle qué mensaje le daría a las mujeres que quieran optar por esta profesión, nos respondió: «No es una profesión fácil, es lo primero que hay que tener claro. Pero si les gusta y quieren ejercerla, nada es difícil ni imposible».

Una sonrisa final bastó para darnos cuenta de que en Rebisneysi Boza Fernández hay una liniera eléctrica por mucho tiempo.

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