Celia Sánchez Manduley: ejemplo de sensibilidad, entrega y firmeza revolucionaria
Por Redacción UNE
La historia de la Revolución cubana tiene nombres que no se apagan. Entre ellos brilla con luz propia el de Celia Sánchez Manduley, nacida el 9 de mayo de 1920 en Media Luna, provincia de Granma. Mujer de acción y pensamiento, su figura se convirtió en símbolo de entrega absoluta, lealtad sin límites y sensibilidad revolucionaria. A 105 años de su natalicio, su ejemplo sigue guiando a generaciones de cubanos —y cubanas— que en distintos frentes, incluido el electroenergético, sostienen con trabajo diario el proyecto social por el que ella vivió y luchó.
De Media Luna a la Sierra Maestra
Hija del doctor Manuel Sánchez Silveira, Celia creció en un ambiente de principios éticos y compromiso social. Su cercanía con el pueblo y su rebeldía natural se canalizaron en los años 50 hacia la lucha contra la dictadura de Batista. Fue organizadora clave del desembarco del Granma y una de las primeras en subir a la Sierra Maestra, donde se convirtió en brazo derecho del Comandante en Jefe y figura clave en la logística y dirección del movimiento guerrillero.
Pero Celia no solo fue combatiente: fue también la organizadora silenciosa, la que cuidó la historia, la que supo pensar en el futuro. Su trabajo meticuloso para conservar documentos, cartas y fotografías marcó el inicio de lo que luego sería el Archivo de la Revolución.
Una mujer imprescindible
Más allá de sus cargos formales, Celia fue la conciencia ética de la Revolución, la que nunca se desvió del camino ni permitió que se olvidara el sentido humano de cada decisión. Como expresó Fidel: “Celia no fue sustituible en vida ni lo será después de su muerte”.
Su sensibilidad estuvo siempre conectada con el pueblo, especialmente con las mujeres, los humildes y los olvidados. Su ejemplo es profundamente inspirador para sectores como el eléctrico, donde tantas mujeres sostienen hoy, con disciplina y compromiso, un sistema que requiere no solo fuerza técnica, sino también mística revolucionaria.
Inspiración para el presente
En tiempos donde las condiciones materiales son difíciles y los retos técnicos complejos, el ejemplo de Celia Sánchez Manduley cobra una vigencia extraordinaria. Desde las plantas generadoras hasta las oficinas de planificación, pasando por cada brigada de mantenimiento o inspección, muchas mujeres y hombres honran su memoria con el mismo espíritu de entrega.
Recordar a Celia no es solo rendirle homenaje: es asumir su ética del detalle, su firmeza ante la adversidad y su ternura como fuerza transformadora.
Celia Sánchez: su memoria más viva que nunca
Hoy, en su 105 aniversario, la Unión Eléctrica de Cuba se une al homenaje nacional a Celia Sánchez Manduley, reafirmando que su legado no pertenece solo al pasado, sino también al presente que se construye con esfuerzo diario, desde cada poste, cada central y cada línea de distribución.
Celia vive en cada decisión justa, en cada sacrificio compartido, en cada batalla silenciosa por sostener lo esencial. Porque como ella misma dijo: “No hay mujer débil si la causa es justa”.